lunes, 26 de mayo de 2008

Parte 7 - MALA MEMORIA Y PEOR BALANCE

Sunday Ramos, totalmente resignado ante una suerte esquiva que se negaba a cambiar, volvió casi sin dinero a su Santiago del Estero natal, luego de una corta temporada "a la sombra" por averiguación de antecedentes, y una vez allí, volvió a vagar sin rumbo por las planicies del Norte. Aunque esta vez sabía muy bien lo que hacía, su mente proyectaba mil hipótesis acerca de este nuevo fracaso artístico.
Era el día de su cumpleaños número 24 y una excelente fecha para un somero balance de vida. Atrás quedaban los días del cardo y los recuerdos borrados por completo de su banco de datos mental. De este periodo se cuentan las anécdotas más insólitas, aunque no por ello menos verosímiles. Una de ellas cuenta que se inscribió para participar en un curioso reality, emitido por un canal de TV salteño, en donde se concentraban cuarenta cantantes en una casa decrépita y nauseabunda, sometidos a todo tipo de humillaciones. Algunas de esas pruebas consistían en cantar bañados en alquitrán y esquivando antorchas encendidas, vocalizar cubiertos de miel y siendo atacados por avispas, o hacer solfeo pendiendo de una grúa, cabeza abajo, y a más de treinta metros de altura. Ramos aguantó hasta donde pudo y fue nominado para abandonar la casa en la primera ronda, por voto unánime.
Otras historias lo sitúan como bala humana de cañón en un efímero circo de aberraciones, o como vendedor de artículos regionales en el célebre "Tren de las nubes". Hay gente que afirma haberlo visto como guía turístico en el límite con Bolivia, aunque investigaciones más serias sostienen que su incumbencia en la frontera era otra. Otros pocos dicen que gustaba de cantar en bares y restaurantes imitando a Leonardo Favio, aunque la mayoría prefería el acto donde él tributaba a la cantante Shakira.

Lo cierto es que nada quedaba ya de aquella existencia de los comienzos, y que su decadencia artística se avecinaba a pasos agigantados. Para evitar caer en un nuevo estado depresivo, decidió buscar un lugar apto para un retiro espiritual, sobre todo para clarificar aún más su mente y volver a diseñar su futuro. El retiro, que fue realizado en dependencias del convento de Santa Valeria, en medio de las sierras jujeñas, se prolongó por casi un año. Un enorme periodo en el que Sunday dedicó tan preciado tiempo a la introspección, la meditación y la búsqueda del ser interior, siendo interrumpido sólo una vez, cuando fue visitado por mí, Mecko (foto 1), pues me había enterado de la existencia de Ramos hacía poco tiempo. Entre ambos hubo una extensa charla sobre producción y dirección de cine, y una sentida confesión en la que Sunday me expresaba que no comprendía en absoluto los motivos por los cuales su legado era ahora tan trascendental entre los buscadores de rarezas, máxime habiendo grabado "sólo un disco que fue un fracaso". Estaba clarísimo que Ramos ya no recordaba ninguno de los tres discos increíbles grabados con anterioridad a su primera internación por desintoxicación de consumo de cardo.
Al finalizar su búsqueda espiritual, Ramos se reintegró a la vida social de una manera muy distinta. Sin dinero, sin contactos y, sobre todo, sin recuerdos que lo ataban a su cada vez más creciente prestigio subterráneo paralelo, volvió a Bernal para insertarse en el mundo laboral corriente (foto 2).
Fuentes bastante fidedignas afirman que, luego de algunas semanas de búsquedas infructuosas, en diciembre de 2004, consiguió un puesto administrativo en una empresa. Y es allí donde comienza el verdadero "mito Sunday Ramos".